Desde Ortopedia Sanest, queremos enviar un mensaje claro y necesario, especialmente dirigido a nuestros compañeros del mundo de la fisioterapia. Este artículo nace del compromiso con el bienestar del paciente amputado y del deseo de fomentar una práctica clínica basada en la evidencia y en la empatía.
Lo que nunca debe hacerse: caminar sobre el muñón
Cuando una persona con amputación tibial o femoral entra en consulta, jamás debe caminar sobre su muñón. Insistimos: nunca. No solo es innecesario, sino que puede ser extremadamente perjudicial.
¿Por qué?
La forma en que se realiza la amputación suele dejar una terminación distal en forma de “pico”. Este extremo óseo no está diseñado para soportar carga. Al forzar al paciente a caminar directamente sobre el muñón, corremos el riesgo de:
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Provocar fracturas en el extremo óseo (formación de “espolones”).
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Generar dolor crónico.
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Impedir una adecuada colocación de la futura prótesis.
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Retrasar o incluso impedir el proceso de protetización.
Recordemos la función del pie… y del muñón
Los pies están diseñados para soportar todo el peso del cuerpo. Son una obra maestra biomecánica. Cuando falta un pie, el muñón no puede ni debe sustituir esa función de apoyo. No tiene la estructura, ni la biomecánica, ni el propósito de hacerlo.
¿Dónde entra el técnico ortoprotésico?
Ahí es donde entramos nosotros. El técnico ortoprotésico diseña y ajusta una prótesis personalizada, cuyo objetivo es permitir que el paciente vuelva a apoyar su peso sin dolor y con plena seguridad. Una prótesis bien adaptada nunca debe ejercer presión sobre la parte distal del muñón.
Este es un punto crítico: no se trata de endurecer el muñón, ni de «formarlo» a base de sufrimiento. Se trata de cuidar el tejido, preservar su integridad y preparar el terreno para una protetización exitosa.
Trabajando juntos por el paciente
Nuestro deseo es compartir esta información desde el respeto y la colaboración. Sabemos que todos los profesionales implicados buscan lo mejor para el paciente, y por eso es importante recordar que:
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Una buena comunicación entre fisioterapeutas, cirujanos y técnicos ortoprotésicos mejora los resultados clínicos.
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Un muñón cuidado y protegido desde el primer momento es la clave para una protetización exitosa.
En resumen:
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Nunca hagas caminar al paciente sobre el muñón.
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Cuida la parte distal: es delicada, vulnerable y esencial para el futuro uso de la prótesis.
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Una prótesis bien diseñada no provoca presión ni dolor en la parte distal del muñón.
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El trabajo en equipo marca la diferencia en la recuperación del paciente.
Desde el corazón, y desde nuestra experiencia en Ortopedia Sanest, esperamos que este consejo ayude a mejorar la vida de quienes más lo necesitan. Porque al final, todos trabajamos para lo mismo: que cada persona amputada recupere su movilidad, su independencia y su sonrisa